El tercer molar es el diente que con mayor frecuencia no finaliza su proceso normal de erupción, provocando diferentes complicaciones desde el punto de vista clínico como la periocoronaritis, la periodontitis, la carie, la reabsorción de las raíces de los segundos molares inferiores, la formación de quistes dentígenos, el desbalance oclusal y disfunsiones en la articulación temporomandibular (ATM).
Siempre ha existido polémica entre cirujanos maxilofaciales y ortodoncistas sobre si los terceros molares retenidos provocan apiñamiento o no, y también sobre la necesidad de tratamiento quirúrgico. Es por ello que la situación de los terceros molares y las complicaciones existentes antes y después de su odontectomía, muchas veces necesaria, ha sido motivo de estudio por diferentes autores en el mundo.